domingo, 19 de abril de 2015

LUISA. Taller de escritura de cuento LA ARGAMASA


Era tarde. Yo me encontraba parada en una esquina esperando que cambiara el semáforo, cuando una mujer me pidió que la ayudase a cruzar esa calle.
Me quedé mirándola porque se parecía mucho a mi abuela y hasta me tomó del brazo de la misma forma en que ella lo hacía. “No me dan las piernas, nena” me dijo.
No pude contestarle nada porque un nudo en la garganta ahorcó mis palabras. Esa misma frase me decía Luisa. Luisa era mi nona y murió hace casi una década pero nos dejó muchos años de recuerdos que incluyen tardes en su casa, domingos en la plaza del barrio y paseos interminables por la calle Florida. Conocí a sus hermanos por sus recuerdos. Conocí su tierra por la melancolía de sus palabras. Conocí pocas personas tan rectas y tan bellas como mi nona.
Yo siempre quise ser como ella.

Llegamos a la vereda y la mujer me agradeció con palabras y un beso.
Yo me fui para el otro lado con el nudo en la garganta a cuestas pero giré para verla ir con sus años y su bastón. Tengo que dejarla ir.









Copyright©Silvana Buono. Abril, 2015
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