martes, 11 de octubre de 2016

Lucas Pereyra viaja a Uruguay por un día a buscar dólares. También viaja para revivir una historia que idealizó tiempo atrás.
Piensa que a los 40 y pico la vida le está pasando por encima y quiere un cambio aunque eso signifique dejar de lado esa misma vida.
¿Qué puedo decir que sintetice lo que creo de esta novela? Que no tiene ni un párrafo de desperdicio, que todos podemos sentirnos un poco Lucas en algún momento, que la narrativa es impecable, vertiginosa y que los personajes son tan verosímiles que hasta podemos reconocerlos/reconocernos. 
Vayan a las librerías e inviertan unos mangos en libros. No sé si comprar libros es lograr la felicidad, pero se le debe asemejar. 
La uruguaya de Pedro Mairal.