martes, 27 de mayo de 2014

El último encuentro. Sandor Marai

El tiempo lo conserva todo, pero todo se vuelve descolorido, como en las fotografías antiguas, fijadas en placas metálicas. La luz y el paso del tiempo desgastan los detalles precisos que caracterizan los rostros fotografiados. Hay que mirar la imagen desde distintos ángulos y buscar la luz apropiada para reconocer el rostro de la persona cuyos rasgos han quedado fijados en el espejo ciego de la placa. De la misma manera se desvanecen en el tiempo todos los recuerdos humanos. Luego, en algún momento inesperado, nos llega un rayo de luz y entonces volvemos a ver el mismo rostro olvidado.

martes, 20 de mayo de 2014

Antonio Gala - 'Quizás el amor es simplemente esto...


  1. "Quizá el amor es simplemente esto:
    entregar una mano a otras dos manos,
    olfatear una dorada nuca
    y sentir que otro cuerpo nos responde en silencio.

    El grito y el dolor se pierden, dejan
    sólo las huellas de sus negros rebaños,
    y nada más nos queda este presente eterno
    de renovarse entre unos brazos

    Maquina la frente tortuosos caminos
    y el corazón con frecuencia se confunde,
    mientras las manos, en su sencillo oficio,
    torpes y humildes siempre aciertan.

    En medio de la noche alza su queja
    el desamado, y a las estrellas mezcla
    en su triste destino.
    Cuando exhausto baja los ojos, ve otros ojos
    que infantiles se miran en los suyos.

    Quizá el amor sea simplemente eso:
    el gesto de acercarse y olvidarse.
    Cada uno permanece siendo él mismo,
    pero hay dos cuerpos que se funden.

    Qué locura querer forzar un pecho
    o una boca sellada.
    Cerca del ofuscado, su caricia otro pecho exige,
    otros labios, su beso,
    su natural deleite otra criatura.

    De madrugada, junto al frío,
    el insomne contempla sus inusadas manos:
    piensa orgulloso que todo allí termina;
    por sus sienes las lágrimas resbalan…
    Y sin embargo, el amor quizá sea sólo esto:
    olvidarse del llanto, dar de beber con gozo
    a la boca que nos da, gozosa, su agua;
    resignarse a la paz inocente del tigre;
    dormirse junto a un cuerpo que se duerme.”

lunes, 19 de mayo de 2014

Francis Scott Fitzgerald a Zelda Fitzgerald

[...]Tú y yo hemos sido felices; y no lo hemos sido solo una vez, hemos sido felices miles de veces. Las posibilidades de que la primavera, que llega para todos, como las canciones populares, nos pertenezca también, las posibilidades son muy halagüeñas en este momento porque, como siempre, puedo aguantar casi toda la opinión literaria contemporánea, liquidada, en el hueco de la mano, y cuando lo hago, veo al cisne flotando en ella y descubro que eres tú y sólo tú. Pero, Cisne, flota suavemente porque eres un cisne, porque con la exquisita curva de tu cuello los dioses te concedieron un don especial, y aunque te lo fracturaras tropezando con algún puente construido por el hombre, se curaría y seguirías avanzando. Olvida el pasado, lo que puedas, y da la vuelta y nada de nuevo hasta mí, a tu refugio de siempre, aunque a veces parezca una cueva oscura iluminada con las antorchas de la furia. Es el mejor refugio para ti, da la vuelta despacio en las aguas en las que te mueves y regresa.
Todo esto parece alegórico pero es muy real. Te necesito aquí. La tristeza del pasado me acompaña siempre. Las cosas que hicimos juntos y las cicatrices atroces que nos convirtieron en el pasado en supervivientes de guerra persisten como una especie de atmósfera que rodea todas las casas que habito. Las cosas agradables y los primeros años juntos, los meses que pasamos hace dos años en Montgomery me acompañarán siempre y tienes que creer como yo que podemos recuperarlos, si no en una nueva primavera, en un nuevo verano. Te quiero, amor mío, cariño.

lunes, 12 de mayo de 2014

Para leer en forma interrogativa (Tomado del libro 'Salvo el crepúsculo')

Has visto,
verdaderamente has visto
la nieve, los astros, los pasos afelpados de la brisa...
Has tocado,
de verdad has tocado
el plato, el pan, la cara de esa mujer que tanto amás...
Has vivido
como un golpe en la frente,
el instante, el jadeo, la caída, la fuga...
Has sabido
con cada poro de la piel, sabido
que tus ojos, tus manos, tu sexo, tu blando corazón,
había que tirarlos
había que llorarlos
había que inventarlos otra vez

domingo, 11 de mayo de 2014

Santa Evita (fragmento)

" Al despertar de un desmayo que duró más de tres días, Evita tuvo al fin la certeza de que iba a morir. Se le habían disipado ya las atroces punzadas en el vientre y el cuerpo estaba de nuevo limpio, a solas consigo mismo, en una beatitud sin tiempo y sin lugar. Sólo la idea no le dejaba de doler. Lo peor de la muerte no era que sucediera. Lo peor de la muerte era la blancura, el vacío, la soledad del otro lado: el cuerpo huyendo como un caballo al galope. Aunque los médicos no cesaban de repetirle que la anemia retrocedía y que en un mes o menos recobraría la salud, apenas le quedaban fuerzas para abrir los ojos. No podía levantarse de la cama por más que concentrara sus energías en los codos y en los talones, y hasta el ligero esfuerzo de recostarse sobre un lado u otro para aliviar el dolor la dejaba sin aliento. No parecía la misma persona que había llegado a Buenos Aires en 1935 con una mano atrás y otra adelante, y que actuaba en teatros desahuciados por una paga de café con leche. Era entonces nada o menos que nada: un gorrión de lavadero, un caramelo mordido, tan delgadita que daba lástima. Se fue volviendo hermosa con la pasión, con la memoria y con la muerte. Se tejió a si misma una crisálida de belleza, fue empollándose reina, quién lo hubiera creído. "

Tomás Eloy Martínez 

domingo, 4 de mayo de 2014

Poema 12. Oliverio Girondo

POEMA 12

Se miran, se presienten, se desean,
se acarician, se besan, se desnudan,
se respiran, se acuestan, se olfatean,
se penetran, se chupan, se demudan,
se adormecen, se despiertan, se iluminan,
se codician, se palpan, se fascinan,
se mastican, se gustan, se babean,
se confunden, se acoplan, se disgregan,
se aletargan, fallecen, se reintegran,
se distienden, se enarcan, se menean,
se retuercen, se estiran, se caldean,
se estrangulan, se aprietan se estremecen,
se tantean, se juntan, desfallecen,
se repelen, se enervan, se apetecen,
se acometen, se enlazan, se entrechocan,
se agazapan, se apresan, se dislocan,
se perforan, se incrustan, se acribillan,
se remachan, se injertan, se atornillan,
se desmayan, reviven, resplandecen,
se contemplan, se inflaman, se enloquecen,
se derriten, se sueldan, se calcinan,
se desgarran, se muerden, se asesinan,
resucitan, se buscan, se refriegan,
se rehuyen, se evaden, y se entregan

Cartas a Clara- Juan Rulfo-