"Hubo un tiempo en que era normal ensartar las palabras en un hilo para guiarlas y evitar que se extraviaran por el camino hacia su destino. Los tímidos solían llevar un carrete en los bolsillos, pero la gente pensaba que también lo necesitaran los audaces que hablaban a los gritos porque muchas veces los que están habituados a ser oídos por muchos no saben hacerse oír por uno solo. La distancia física entre dos personas que estuvieran usando el hilo no tenía por qué ser larga; a veces, cuanto más corta la distancia mas necesario era el hilo."
La historia del amor. Nicole Krauss